+ ¿Lo dices en serio? - mirando al suelo.
- ¿Porqué tendría que mentirte?
+ Ya lo has hecho antes, así que... - colocándose el pelo detrás de la oreja - ¿porque ahora sí es de verdad? ¿que ha cambiado de antes a ahora? - soltándole las manos.
- Te voy a ser sincero... - soltando todo el aire que tenía en los pulmones - Cuando empecé a hablar contigo no buscaba nada serio. Solo buscaba divertirme, pero... - mirándole fijamente a los ojos - Ahora es distinto, porque solo me interesas tú. Solo me apetece hablarte a ti, aunque sea para contarte cualquier tontería - riéndose flojo - Solo me apetece compartir las cosas contigo. Ya no me interesan las otras, ¿porqué me tendrían que interesar si contigo lo tengo todo? - tocándose el pelo - Sé que eso es lo que tendría que haber pensado las otras veces, pero, prefería seguir engañándome a mi mismo, porque - elevando el tono y moviendo los brazos - ¿como iba a enamorarme yo? ¿como se iba a enamorar de alguien el tío mujeriego que lleva yendo de tía en tía desde que tiene uso de razón? - resoplando - Y si, he dicho enamorarme - sonriéndole - e igual, preferí engañarme a mi mismo y seguir haciendo lo que todo el mundo, incluso yo, esperaba de mi a aceptar lo que en realidad sentía, y eso es porque...- suspirando - tenía, y aún tengo, miedo a enamorarme, pero... - mirándole fijamente a los ojos. Se perdía en ellos - Pero no enamorarme de ti es algo inevitable. Tienes todo lo que siempre pedí en una chica, pero, me daba miedo joderlo todo, por eso me he comportado como un imbécil todas las otras veces y bueno, también porque considero que te mereces algo mejor que este pobre idiota, y yo, no puedo darte nada mejor - mirando al suelo - De todas formas, no pretendo excusarme de todo lo que hice. La jodí, lo sé; pero, que hacerlo todo mal, ya no es nada raro en mí - alejándose - Espero que encuentres a alguien que realmente valore lo que tiene al estar contigo - dándose la vuelta.
Antes de que pudiese seguir su camino, unas pequeñas manos lo sujetaron, como muchas veces antes, de la chaqueta, haciendo así que no pudiese avanzar.
+ ¿Sabes que pasa? Que ya he encontrado a esa persona - mordiéndose el labio.
- Espero que sepa cuidarte como mereces, ya que yo no lo hice - rascándose el cuello.
+ Ya lo hace. Lo lleva haciendo ya mucho tiempo - mirándole fijamente - Muy a su manera - riéndose - pero sé que me quiere.
- Dile de mi parte que tiene suerte - mirándole fijamente a los ojos - Y que como te trate mal, me encargo yo de dejarle las cosas claras - intentando sonreír - Quiero que sepas que aún haciéndolo todo mal, siempre te he querido y siempre has sido la primera - mirando al suelo - Espero que eso lo sepas aún después de todo.
+ Tienes suerte.
Él levantó la mirada hacia los claros ojos de la chica. ¿Que acababa de decir? No entendía nada.
- ¿Qué? - descolocado - ¿Como que 'tengo suerte'? - suspirando.
+ Me acabas de decir que le dijese eso a la persona que me ha cuidado desde hace tiempo, ¿no? Pues lo estoy haciendo - colocándose el pelo detrás de la oreja - Sé que lo has hecho mal todas las veces anteriores, y que, igual, ahora lo vuelves a hacer, pero, ¿sabes qué? - agarrándole las manos - Apostaría por ti y por nosotros siempre, y, ¿que narices? estoy enamorada de ti, y no quiero dejarte escapar. Si me tengo que equivocar de nuevo, lo haré, pero prefiero equivocarme contigo a equivocarme con otros.
Se acercó a él lentamente y posicionó sus manos detrás de su cuello. El, sin embargo, colocó ambas manos en su cintura y poco a poco se fundieron en un beso.
Ella apostó por el aún habiéndole fallado en varias ocasiones, y el, se dio cuenta de que ella era todo lo que le importaba.
